BREVE CUENTO DE NAVIDAD...

     
LOS ENANITOS MONTALVEROS
    

Como cada año por estas fechas navideñas los cinco de la imagen, compañeros de trabajo en Montalvos y también de juergas y borracheras, se prepararon para asistir a la cena de empresa de fin de año.

    

Para ello se pusieron sus mejores galas -y sus alzas más altas- a ver si este año, por fin, conseguían calzarse a alguna de sus bellas -y esbeltas- compañeras. Pero na de na, muchas risas y chanzas a cuenta de los enanitos -y algún que otro restregón de cebolleta-, lo mismo mismito que todos los años.

    

Así los enanitos montalveros, bien cargados de vino y copas, y burracos como les habían puesto sus compañeras, decidieron aliviarse a su estilo habitual. Pero dadas las fechas tan entrañables en que estaban, pensaron que las guarras de carretera que solían frecuentar no eran las más adecuadas para la situación y decidieron ir al puticlub más caro de la ciudad, no sin antes tomarse unos cuantos cacharros en los bares del camino.

    

En llegando al puti, a un enanito montalvero -adivinar cuál- le dió un yuyo de los gordos -coma etílico le dicen los galenos- y el resto de enanitos, de común acuerdo, decidieron llevarlo a casa para que no les aguara la fiesta.

    

Tras el recibimiento habitual de su mujer, que ya le había visto muchas veces en tan lamentable estado, y cuando ésta estaba desnudándolo para meterlo en la cama, el enanito, como si de un milagro súbito se tratara, recuperó repentinamente la consciencia y vociferando dijo: ¡Cabrones! ¡Hijos de Puta!... como siempre me dejáis con la más fea.
     

...CONTINUARÁ