OBJETIVO CONSEGUIDO...

Yo no se si esto que se ha venido en llamar Movimiento 15-M tendrá, después de las próximas elecciones del 22-M, alguna proyección de futuro o se quedará en agua de borrajas. En todo caso, creo que se ha conseguido algo fundamental: quebrar a la mitad esta insulsa y perversa campaña electoral, ya que a partir de la pasada manifestación del 15-M todos los medios de comunicación se han volcado en seguir las actuaciones del "movimiento popular" (algunos incluso con 10 horas de programación diaria, p.ej. Intereconomía, para que luego digan) pasando olímpicamente de dar cobertura a esos noños mítines de campaña electoral.

    

Campaña insulsa decía, porque ZP y Rajoy con sus discursos monotemáticos, el primero metiendo miedo de que viene la derecha, y el segundo con su "paro, parito, paro", como si este país no tuviera problemas más importantes que el puto paro, nos han aburrido soberanamente hasta que el 15-M fueron borrados del mapa mediático por los insurgentes rebeldes de la calle.

    

Y campaña perversa, porque con la que está cayendo, es perverso, inmoral y yo que se qué más, el gastarse los cientos de miles de euros que se han dilapidao en mítines, caravanas, etc. etc. para difundir a los cuatro vientos tan insulso mensaje.

    

Por otro lado han resultado patéticos los intentos de los líderes de la izquierda para empatizar con los rebeldes (sin causa) y conseguir votos en ese importante caladero. A más a más, la cara de descomposición de Rajoy tampoco tiene precio, y su intento de defender a una clase política que es indefendible tampoco.

    

Ya veremos que pasa el 22-M, si este movimiento influirá en los resultados electorales o no. En todo caso ha servido para remover las conciencias de la gente para preguntarse QUÉ NOS HA PASADO y QUÉ NOS ESTÁ PASANDO. A mí, particularmente, puede que sí me haya influido en mi intención de voto: frente a mi tradicional abstención, puede que este año acuda al evento. Quizá en la papeleta les ponga algo así como ME CAGO EN VUESTRA P... MADRE, no sé no sé, ya veré.

    

Se extienden las acampadas a 57 ciudades españolas