El pasado miércoles, la famosa mona Chita, inseparable compañera de Tarzán en sus películas, cumplió la friolera de 74 años. ¡Feliz cumple, Chita!... o mejor dicho, Chito, porque en realidad se trata de un chimpancé macho obligado, en la gran pantalla, a interpretar un papel femenino (exigencias del guión mandan).
Chita hace ya dos o tres años que se convirtió en el chimpancé más longevo del mundo (la vida media de estos animales es de unos 40 tacos) entrando así en el Libro Guinners de los Récords y lo curioso es que hasta hoy nadie le había tributado un merecido homenaje a su carrera cinematográfica.
Hemos tenido que ser nosotros, los spanish, a través del Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola que, en su XVIII edición, ha decidido otorgar un Premio Especial a Chita en reconocimiento a sus méritos artísticos. Ya era hora...
En la foto Maureen O'Sullivan y Johnny Weissmuller agarran a Chita, única superviviente del trío.
A mi todo este asunto de Chita me pone muy nostálgico... las pelis de Tarzán me retrotraen a mi infancia, al cine de mi barrio, el Cine Llorente, de sesión doble luego reconvertido en Sala X para pajilleros jubilaos que terminó acabando ¡como no!... en supermercado. En fin... ¡como pasa el tiempo!. Por cierto, a mi Whitney Houston, en su vertiginosa bajada a los infiernos, cada vez se me parece más a Chita, no sé...