Agencias-Madrid
ESPAÑA HA ENVIADO CON CARÁCTER DE URGENCIA a Japón un "dream teem" de jubilados de distintas provincias para que se pongan en la valla de la central nuclear de Fukushima y opinen a voz en grito sobre el trabajo de los equipos de rescate.
"Hemos seleccionado a un grupo de señores con demostrada experiencia en mirar obras desde la valla", dijo la ministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez, impulsora de la iniciativa. "Estamos seguros que en Fukushima tendrán algo que decir a los operarios que allí se debaten entre la vida y la muerte".
Mariano González, vecino de Parla de 70 años, dijo antes de coger el avión en Barajas que "estoy seguro de que no lo están haciendo bien". Su compañero Jose Ramón Benéitez, albañil jubilado, añadió que "tendrían que hacerlo mucho mejor, así no van a conseguir apagar el fuego".
"Nosotros vamos a ponernos en la valla lo más cerca que podamos", dijo Benito Chumilla, "y les vamos a aconsejar lo mejor posible desde nuestro respectivo conocimiento en diversas áreas".
Algunos de los miembros de esta expedición tienen conocimientos de albañilería, alicatado, demoliciones u obras públicas. Pero su común denominador y lo que más les une es que han sido testigos de centenares de obras en sus años de jubilación, y eso les da "una perspectiva para opinar que no tiene nadie más hoy por hoy, excepto tal vez un tertuliano de la radio".