
Una mañana la hermana se encuentra con la Madre Superiora, y le dice:
-Madre, ¡He sido salvada!
-¿Pero cómo ha ocurrido tan magno evento, querida hija?
-Anoche, mientras ayudaba al padre José con su baño, él tomó mi mano y la llevó hasta su entrepierna, y me dijo que esa era la "llave del cielo" y que sería necesario probarla con mi "cerradura" para ver si se abren las puertas del Paraíso para ser salvada.
La Madre Superiora dice: -¡Viejo desgraciado! ¿Y qué más pasó?...
-Bueno, contesta la monjita, probamos la cerradura; entonces él me dijo que al principio dolería un poco, porque el camino al cielo era difícil y doloroso, pero que al final sentiría el gran placer de haber "llegado"...
Dice la Madre Superiora: -¡Viejo hijo de puta! Y a mí que me tenía engañada con el "cuento" de que era la "trompeta" del Arcángel San Gabriel, y se la estoy soplando desde hace 20 años!!!!
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