Como todos los Años Nuevos, éstos vienen cargados de buenos propósitos, y uno que no falta nunca en nuestra agenda es el de DEJAR DE FUMAR. Pero que duda cabe que es una árdua tarea que requiere de apoyos externos: y qué mejor apoyo que el de tu propia empresa para conseguir tan loable fin.
Eso es lo que debe haber pensado el imaginativo empresario que ha pintado el techo de la Sala de Fumadores de su empresa de tal guisa... ¡De miedo, eh!
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